Una mujer llegó a un centro de internet y al estar allí le enseñaron uno de los clientes y le dijeron que ese se daría bueno en el béisbol.
Al verlo, la fémina dijo que ella a ese adolescente lo veía “feo, prieto y oreju”.
Lo que jamás imaginó es que ese niño que estaba allí acabado de salir de una práctica en un estadio era nada más y nada menos que el jardinero Julio Rodríguez, jardinero de los Marineros de Seattle en las Grandes Ligas.
A ese “feo, prieto y oreju” le dieron el premio de Novato del Año y su equipo 105 millones de dólares por 7 años.
En una entrevista, Rodríguez volvió a recordar el desagradable momento el cual dice lo recuerda como si fuera ayer.