Luego de darle de baja, las autoridades pudieron penetrar la residencia de El Ebanista donde este se atrincheró por más de 5 horas después de quitarle la vida a cinco persona.
Lo primero que pudieron ver fue el mensaje que El Ebanista pagó para que escribieran en la pared.
El mensaje decía: “Nadie como Jehova” Al entrar encontraron prácticamente lo que sería un arsenal de armas de fuego.
Había una pistola, una escopeta y una metrelleta.
Con estas armas fue posible soportar las 5 horas tirando.