La joven Verónica Estrella, de 26 años, la azafata que murió ayer al estrellarse el avión en que viajaba, aún no había concluido su curso de tripulante de cabina y por tanto no contaba con licencia, ni autorización oficial para viajar como tripulante.
La información fue ofrecida por Alfredo Hernández Paz, director de la Escuela Tripulante VIP, el centro aeronáutico certificado por el Instituto Dominicano de Aviación Civil, para la formación de azafatas y sobrecargos.
Hernández Paz explicó a N Digital que Estrella estaba realizando un curso intensivo de tripulante de cabina que tarda alrededor de cuatro meses y solo había agotado un poco más de la mitad.
“Se estaba formando en la escuela Tripulante VIP, en un curso intensivo de cuatro meses y había agotado un poco más de la mitad. Ella, incluso, pudo haber terminado el curso, pero si no se examina tanto por nosotros, como por el Idac, no puede tener licencia y por ende, no podía volar”, explicó Hernández Paz.
El experto en aviación civil dijo que el protocolo de seguridad de un avión establece necesariamente un tripulante de cabina a partir de cada 20 asientos y que la aeronave siniestrada no tenía esa cantidad.
“Aquí se estila que si usted pone un tripulante a servir en una aeronave, no importa que tenga cinco asientos, debe tener una licencia, porque se pone en el general declaration como tripulante, junto al piloto”, indicó
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