Santo Domingo.-A pesar de que la positividad, la letalidad y los casos de nuevos contagios se mantienen con tendencia a la baja y con la reducción más representativa desde el inicio de la pandemia, el Covid-19 sigue segando vidas.
Una mujer, sólo identificada como Yoka, se encontraba sentada debajo de un árbol en el hospital Francisco Moscoso Puello, con la mirada perdida y unos ojos llenos de dolor por la pérdida de su compañero de vida por Covid-19.
«Tanto que luché, Dios mío», se lamentaba y gritaba sin consuelo la mujer, a quien se le dificultaba mantenerse de pie por los nervios generados con la noticia.
Sin comprender lo que sucedió manifestaba a los familiares que fueron a acompañarla que «ellos (los médicos) me dijeron que hoy lo iban a desentubar y que estaba bien», al tiempo que se daba fuertes golpes en el pecho, que mostraban su dolor y desesperación.